lunes, 31 de diciembre de 2012

NUEVAS TASAS PARA EL 2013


LEY 9/2012, DE 21 DE DICIEMBRE, DE MEDIDAS TRIBUTARIAS Y ADMINISTRATIVAS.

         (Boletín Oficial de Castilla y León  Núm. 249 Viernes, 28 de diciembre de 2012).

 

 

 

Artículo 15. Modificación de los artículos 96 y 97 de la Ley 12/2001, de 20 de

diciembre, de Tasas y Precios Públicos de la Comunidad.

 

1.       Modificación  del artículo 96.

 

 CUOTAS

 

1. Por la expedición o el reconocimiento de las licencias anuales de pesca:

a) Pescadores españoles, nacionales de otros países integrados en la Unión

Europea y otros extranjeros residentes: 15,00 euros.

b) Pescadores extranjeros no residentes (excepto nacionales de países integrados

en la Unión Europea): 50,00 euros.

 

2. Permisos de pesca en los cotos dependientes de la Administración de la

Comunidad:

 

a) Permiso en cotos de salmónidos en régimen tradicional: 20,00 euros.

b) Permiso en cotos de salmónidos sin muerte y días sin muerte en cotos de régimen

tradicional: 14,00 euros.

c) Permiso de pesca en cotos de ciprínidos: 8,00 euros.

d) Permiso en cotos de cangrejo: 15,00 euros.

 

3. Centros de acuicultura:

 

a) Tramitación de expediente de autorización: 325,00 euros.

b) Tramitación de expedientes de modificación sustancial de las instalaciones o de

los objetivos de producción: 165,00 euros.

c) Inspección de funcionamiento: 55,00 euros.

d) Tramitación de expediente de cambio de titularidad: 110,00 euros.

 

4. Tramitación de autorizaciones de pesca desde embarcaciones:

 

 40,00 euros por embarcación.

 

5. Autorización de pesca en aguas privadas o de uso privativo:

 

a) Tramitación de expediente de pesca en aguas privadas: 275,00 euros.

b) Tramitación de expediente de pesca en aguas de uso privativo: 275,00 euros.»

 

 

 

 

 

 

 

 

2.        Modificación  del artículo 97.

 

EXENCIONES Y REDUCCIONES 

 

1. Estarán exentos del pago de la cuota correspondiente a la licencia de pesca

los residentes en Castilla y León, mayores de 65 años, los menores de dicha edad que

acrediten un grado de discapacidad igual o superior al 65% y los mayores de 60 años

beneficiarios del sistema público de pensiones.

 

2. Tendrán una reducción del cincuenta por ciento de la cuota por permisos de pesca

las personas mayores de 65 años o menores de 16 años.

 

3. En los supuestos en que la tasa derive de cambio de titularidad de centros de

acuicultura y esta se haya producido por transmisión “mortis causa” la cuota sufrirá una

reducción del 95 % para los herederos forzosos.

 

4. Las bonificaciones y exenciones reguladas en los apartados 1 y 2 de este artículo

sólo serán de aplicación cuando la base imponible total, menos el mínimo personal y

familiar, del sujeto pasivo de la tasa no supere 18.900 euros en tributación individual o

31.500 en tributación conjunta.»

 

 

ENTRADA EN VIGOR 

 

El día 1 de Enero del año 2013

viernes, 14 de diciembre de 2012

LOS COTOS DE PESCA, MAS CAROS

Pedro vizcay | león 14/12/2012


El sorteo para determinar el orden de elección de cotos de pesca para Castilla y León se celebró el 11 de diciembre en la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. El total de cartas admitidas para este sorteo fue de 5.014, un veinte por ciento menos que el pasado año. También son menos cada año las solicitudes que se reciben en papel, pues casi el 85 % lo hace por internet. Todas las solicitudes admitidas habían sido numeradas por orden de llegada. La solicitud con el número 3345 será la primera en elegir, siguiendo el orden numérico hasta llegar a la 5.014, última de la serie. A partir de esta se proseguirá por la número uno hasta llegar a la 3344 que será la última. La Consejería elaborará el listado en el que figurará el día y hora de elección.
El pasado año el precio de los permisos de salmónidos ordinarios (los mayores de 65 años tienen una reducción del 50%) era de 8 Euros. En los primeros meses de 2011 subió a 12,50 y para 2.013 volverá a subir hasta los 20 euros. Al margen de consideraciones dispares sobre si el precio es caro o barato, lo cierto es que una subida tan brutal en menos de un año resulta a todas luces excesiva, máxime si se considera que el poder adquisitivo el ciudadano medio se ha reducido considerablemente por la crisis. Si a esto unimos que los permisos se sacan con varios meses de antelación, sin garantías de que en el día elegido las condiciones del río sean óptimas o cuando menos aceptables, es decir, que no discurra embarrado o crecido, son muchos los pescadores que se están planteando renunciar a la elección, cuestión que se está manifestando en varios foros de pesca.
Una vez que finalice la elección los permisos sobrantes podrán solicitarse vía web, a partir de los lunes para esa semana y la siguiente, de forma que el pescador escoge en función de la situación de cada río. Si como parece probable un buen número de pescadores renunciase a la elección, la próxima temporada habrá suficientes permisos sobrantes para satisfacer la demanda más exigente. Ya en la pasada temporada quedaban muchos permisos sobrantes, especialmente para pescar sin muerte, en los acotados más alejados y los antiguos cotos intensivos. En este sentido cabe destacar que acotados como Marne, muy próximo a la capital, apenas cubrió el 10% de los permisos a lo largo del año. Una práctica muy común entre los aficionados es desplazarse hasta el río y, si baja en buenas condiciones solicitar el permiso a través del 012, pagar con la tarjeta de crédito y recibir en el móvil un mensaje con el localizador para acreditar el pago ante la guardería. Este sistema es atendido con agilidad por el servicio telefónico de la Junta.
En León existen acotados de gran prestigio como El Condado I y II en el Porma o Sandonedo en el Orbigo que sin duda se agotarán pese a la subida del precio, y ello a pesar de las consignas que ya empiezan a verse en los foros de pesca en el sentido de boicotear la elección de cotos. Otros acotados, sin embargo, apenas se cubrirán, especialmente por pescadores locales o provinciales, unas veces por el excesivo precio y otras por el cabreo suscitado por la subida, una subida puramente recaudatoria que, según la opinión generalizada, no va a revertir en mejorar la calidad de los acotados en cuestión. Cuando se apruebe la nueva Ley de Pesca, salvo que se de un giro de 180 grados al borrador ya publicado, todos los tramos libres quedarán para la pesca sin muerte. Tan solo en algunos cotos se podrá obtener el cupo de capturas, cuatro en la actualidad. Tal vez la subida de precios esté anticipando la filosofía inherente a la mencionada Ley de Pesca.

lunes, 10 de diciembre de 2012

De cómo me hice Mosquero Andante

De cómo me hice Mosquero Andante




Empecé a pescar de niño en el arroyo de mi pueblo donde, entre otros pececitos, había bermejuelas. Me encantaba ver su color rojizo  cuando, por suerte, sacaba una con una lombriz atada en un alfiler retorcido que fui achicando y mejorando con el tiempo. No tenía más remedio que usar anzuelos sin muerte. Cuando pude conseguir verdaderos anzuelos con el arponcillo, volvía a casa con  bastantes piezas que se convertían  en tortillas en la sartén de mi abuela. Más tarde aprendí a pescar a cebo y saqué mi primera trucha durante unas vacaciones en “La Montagne Noire” (Sierra Negra) donde también mi padre pescaba a cebo vivo, con saltamontes en verano.

Mi primer contacto con la pesca a mosca fue de lo más raro. En un río del Macizo Central cerca de Rodez, mi primer puesto de profesor de Español, vi algo como un látigo moverse por encima de las orillas en un sitio estrecho y profundo del río Viaur. Me acerqué descubriendo a quien manejaba aquel extraño artilugio cuya finalidad era  posar una mosca seca en las aguas. Le observé un buen rato pero él, azotando a lo loco, no me hizo caso. Hablé con mi compañero y maestro de pesca que me regaló un material básico y algunas nociones como lo comento en mi libro “Planeta Mosca”. Empecé a practicar solo, en autodidacta, con los supuestos errores del método. Era el año 1962. Tenía 25 años. Desde entonces no pesco más que con cola de rata aunque siempre dije que respeto todas las técnicas. 

Mis escenarios de pesca son muy diversos y variados por una   razón concreta que también influyó mucho en mi manera de pensar la vida. Un accidente de circulación grave me dio la posibilidad de terminar mi carrera profesional en la enseñanza a distancia es decir que no tenía obligación de trabajar en lugares o con horarios fijos. Como si ahora trabajase por internet. Entonces por temor a aburrirme en casa empecé a viajar  buscando al mismo tiempo nuevos destinos de pesca. No puedo comentar aquí  todo lo que hice. En mis libros hablo de varias expediciones sobre todo a la Patagonia. Me queda bastante que escribir todavía y nuevos viajes en perspectiva...
Tanto en casa como en otros lugares suelo montar mis moscas, mis secas, mis emergentes, mis ahogadas, mis ninfas, mis estrímers, todos los artificiales para salmónidos y voraces esencialmente aunque me adapto siempre al terreno. Monto mis moscas pero no desprecio, ni mucho menos, las de los demás mosqueros y cuando me regalan alguna la pruebo con sumo gusto porque la mosca regalada siempre va acompañada de un comentario convincente. Además hay excelentes montadores que imitan perfectamente la realidad. Yo sigo por mi camino de siempre buscando primero la efectividad. Es curioso, en la misma serie, por ejemplo de tricópteros, hay algunos que pescan mejor que otros, algunos que rizan y otros no. Los misterios de la pesca son difíciles de dilucidar.  Es muy fácil que se  diluyan en aguas de borraja. También compro algunas moscas sobre todo cuando  pesco un río desconocido. Suelo ir a la tienda más cerca para hacerme con los modelos más usados en aquel río. En Polonia solucioné así mis problemas con los tímalos.


Así y todo, como la mayoría de los mosqueros, tengo mis moscas preferidas. Cuando pesco a mosca seca uso imitaciones de “baetis” a principios de temporada, tricópteros de distintos tamaños y color todo el año, efémeras y emergentes cuando las hay, hormigas sobre todo en verano. Desgraciadamente las situaciones de pesca han cambiado mucho en el tiempo y no se ven tantos insectos como antes. No obstante, a la hora de poner una mosca artificial, mi “política” siempre ha sido la misma. A la pregunta, “Cómo vas a pescar hoy ?” siempre contesto: “Quiero ver el río antes de decidir”. Si hay alguna eclosión, pesco a seca y en el caso contrario, desgraciadamente cada día más frecuente, pesco a mosca ahogada o a ninfa. En cambio, en otoño e invierno en la pesca de reservorio, puedo decir que, menos unas condiciones imprevisibles, empiezo la pesca con cola de rata # 7 de hundimiento nº3 y señuelos adecuados, “boobies”, pequeños estrímers ligeros .....Es lo que me da mejores resultados de momento. Mañana podría ser otra cosa.
Al cambiar mucho de escenario el porcentaje de tiempo que concedo a cada modalidad es muy variable e imposible de calcular. Pero en todos los casos me gusta probar modelos de moscas nuevas, a partir  de mis observaciones a pie de río o de lago, moscas confeccionadas con materiales antiguos y otros nuevos que siempre salen al mercado. Desgraciadamente como montador tengo un gran defecto y es que me olvido de montajes que demostraron su efectividad en favor de nuevas experiencias no siempre muy convincentes. Al andar del tiempo coleccioné centenares de moscas de todo tipo. Cuando empieza una temporada intento limpiar mis cajas, me cuesta, conservando mis favoritas. El resto lo guardo por si acaso o lo regalo. Nunca me ha gustado tirar mis moscas pero hace algunos años que, en acción de pesca, cuando una mosca me pone un problema, o me trae un disgusto, la corto y la tiro.
Finalmente creo que en un año de pesca, en las temporadas de ríos y lagos en Europa, en viajes a la Patagonia u otros destinos, voy alternando todas las modalidades, siempre en función de cuatro factores  : 
-       Observación de los insectos acuáticos y terrestres (ríos y lagos)
-       Calidad, transparencia y profundidad de las aguas (ríos y lagos)
-       Caudal, importancia y diversidad  de los tramos (ríos)
-       Peces presentes en el escenario elegido (ríos y lagos)
No puedo terminar este pequeño panorama de mi vida de mosquero sin hablar de mi preocupación respecto al porvenir de la pesca. He conocido épocas muy distintas. En las primeras, las de mi juventud y de mi madurez los cambios no se notaban mucho aunque  observábamos mermas preocupantes que desgraciadamente fueron creciendo al andar del tiempo para llegar hoy en día a la gran miseria de muchos ríos como es el caso de mis favoritos en Francia y en España. La crisis de la que todos hablan también afecta a muchos escenarios antes muy famosos. Sin embargo cuando la pesca está bien administrada como en algunos países de la Europa Central vuelven a encontrarse situaciones mucho más positivas que podrían ser un motivo de esperanza.


Dedicando sus libros en las jornadas 2012 de Mosqueros del Tormes.                                                                                                          

  --gR—2012





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domingo, 9 de diciembre de 2012